sábado, 14 de mayo de 2011

Rincones y Añoranzas

Desde el rincón en penumbras donde solía sentarme en las gélidas tardes invernales, nace este pequeño relato, otoño a las puertas e invierno a la vuelta de la esquina, caserón señorial de los años 1900, caserones que se extienden por todo el cerro de mi juventud, en este recorrido puedo advertir la singular escala de mi casa, grandes pasamanos donde alguna vez me deslicé, tablones brillosos y lustrosos por las miles de veces que fueron encerados y luego pulidos, enormes piezas, a veces pienso porque las hacían tan grandes, tan altas, el gran baño con su tina con patas de león, inmensas tinas, alturas donde se perdían los pensamientos y donde también quedaron ocultos los recuerdos de épocas añoradas, ....hoy miro con nostalgia esos grandes caserones, que recuerdan mi antigua casa, pero muchos playanchinos aún siguen en esas casas que han perdurado en el tiempo y lo seguirán haciendo generaciones de familia que han pasado, la magnífica sensación de haber vivido en esos caserones, ...hoy las recuerdo en mis pensamientos correteando desde la cocina por su inmenso corredor que llegaba hasta un gran comedor, pero el habitante que aún perdura en esa majestuosidad debe sentirse muy a gusto y orgulloso de pertenecer todavía a esa vida pasada, de la vida calmada y apasiguada, mirando rodar las ruedas de los tranvias que surcaron nuestras antiguas avenidas, nostalgia pura que nace del corazón, ....podrán levar nuestros hijos ese sentimiento dentro de sus corazones, pienso que sí, solo es la aventura de haberse criado en una de esas casas donde nuestros padres nos instauraron esos valiosos tesoros que se mecen a merced del tiempo, de los años que implacables pasan, ....ya las hojas comienzan a caer, y una suave brisa otoñal recorre los barrios .......solo escucho las ruedas de un coche golpeando contra los adoquines de piedra relucientes de nuestras bellas avenidas,.....invierno ya debes correr la cortina y hacer tu entrada triunfal.

1 comentario:

  1. Los Otoños y las nostalgias son inseparables y talvez ese estado transitorio por el que la naturaleza pasa, nos induce a pensar en algo menos visible pero igual de válido en nuestro interior. Vivimos una vida entera entre despedidas y entradas , unas más triunfales que otras, pero es el ritmo del proceso, La materialidad de las casonas ha variado, quizas muchos detalles son casi invisibles (..a los ojos.....)pero con la historia que nos construyen los recuerdos, somos capaces de rememorar, vamos escuchando y viendo con todos los sentidos. Es entonces que podemos adquirir el poder para transmitir a las nuevas generaciones el valor de esa sencillez de la vida de otra época, cuando teníamos tiempo de detenernos en lo pequeño, sin dejar que la majestuosidad nos cegara los sentidos, aun viviendo en medio de ella. Ese sentir honesto se puede plasmar atravez de la comunicación transparente..por más que la transparencia se halla convertido en un producto escaso y casi de lujo...los rescates son siempre posibles para quien está dispuesto a entregar y acoger en el momento adecuado.

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