Amigos de Playa Ancha

He visto con mucha alegría, muchas fotos de personas que dan a conocer nuestro querido cerro, Playa Ancha en todo su esplendor, muchas vistas y buenas tomas, y tambien las que son comentadas por muchas personas que pululan por las redes sociales o se encuentran muy lejos, lo cual les produce cierta nostalgia, recuerdos de momentos que estuvieron en esas calles o avenidas o tal vez casas que se muestran con colores y muy vistosas, he querido escribir esto a raíz de lo que he podido ver en una red social y el trabajo de un amigo playanchino que aprovechando esta tribuna lo aprovecho de saludar, su estilo sencillo pero como dicen una vista habla por si sola, este amigo Toño Manríquez, ha creado un buen sitio y su intención es la difusión, muy acorde con los tiempos, la necesidad de la comunicación, y de cruzar palabras con otras personas, un buen estilo, fácil de llegar a la gente, bueno quiero y a lo mejor también otros(a) se contagien y quieran desarrolar la misma idea, Playa Ancha hacia el mundo, una proyección en fotografías o grabados, y también en retratos o narraciones. Bien por estos personajes, desde aquí los animo a seguir haciendo y publicando su material y darlo a conocer a todo quien quiera. Adelante con las ideas y que las plasmen en cualquier sitio o blog, o red social que quieran. Gracias por seguir difundiendo.

Reminiscencia



Siempre me resulto interesante saber el porqué las personas del cerro generalmente no se desplazan por este puerto, a veces pasan mucho tiempo que los habitantes cerriles se mantienen en sus hogares, me pregunto será por comodidad, por acostumbramiento, o simplemente no necesitan salir de ese entorno tan familiar donde se puede encontrar de todo.

El playanchino se establece y pasa su vida en su cerro, transita por sus queridas calles y avenidas aunque estas estén en reparaciones como me ha tocado ver ultimamente, la avenida Gran Bretaña está siendo remodelada, que bien ver algo de modernidad, cambio de veredas, no importa que haya algo de polvo y tierra en sus alrededores, claro que a más de alguno le debe molestar, pero hace bien una manito de pintura de vez en cuando, decia mi abuelita.

Pero mucho de Playa Ancha está siempre igual, es la costumbre de hacerse parte de su entorno y familiarizarse siempre con lo mismo, quizas para los más jóvenes sea una pesada carga de llevar y con los tiempos cambiantes, estos obten por otras formas de vivir. Pero el letargo de las largas tardes y las otoñales puestas de sol, hacen ver de otra forma ese cerro. Muchas veces pense en que si estuviera en otro lugar no echaria de menos mi cerro natal, pero no fue así, siempre que he estado fuera o lejos de esas calles pero siempre he vuelto a lo menos de paso, para ver a sus antiguos inquilinos que aun pasan por su avenidas o se detienen en alguna esquina simplemente a vivir.

Juego de mis Correrias

Mis juegos infantiles de aquellas epocas fueron las mas memorables que vivi, junto a los amigotes de mi barrio correteabamos todo el dia sin parar en las afueras de nuestros hogares, a lo lejos de repente se escuchaba el grito de alguna madre necesitando a su hijo, o tan simple para alguna merienda que olvidabamos en casa.

Juegos tan simples pero tan entretenidos eran los esa epoca, algunos nos juntabamos a jugar a las bolitas que en ese tiempo eran de cemento pintadas de colores, algunos solo tenian las ojitos de gato, las que les traia su padre desde otro pais, el juego que se me viene a la memoria era los tres hoyos donde se jugaba de grupos, y los que perdian se iban muy ofuscados a sus casas casi al extremo del llanto, tambien el peloteo de todos los dias, la pichanga que en mas de alguna oportunidad me produjo un reto por llegar con los zapatos pelados en las puntas o un piquete en algun pantalon, ademas del reto venia consigo el castigo, esos dias eran imperdibles, el tiempo pasaba sin darnos cuenta, era como si solo existiera ese pedazo de calle empedrada, algunas veces muy refalosa producto de las lloviznas de los meses invernales.

Tambien recuerdo juegos como el trompo, el emboque, el parilachancha, los saltos sobre amigos que se colocaban en una fila agachados que luego empezaban a moverse hasta caer al suelo muertos de la risa, y tantos otros que se vienen a la memoria, el juego lo mas sencillo de la expresion de la niñez de esos tiempos, los recuerdos estan tan frescos que cuando he esado en una calle cualquiera puedo sentir hasta los gritos y las antiguas correrias.

El que jugo a estos juegos sabra de que estoy hablando y los lleva muy adentro, y tambien deben venirles a la mente esos momentos que nunca se olvidaran, benditos tiempos que no olvidare, o tal vez el barrio que llevo amarrado a mi corazon y que siempre me hara recordar los mejores momentos de mi vida.

Orgulloso Caminar

Orgulloso y con valentía cabalgaba este gran señor los verdes pastos de los campos andaluces, pero su escudero siempre al lado, fielmente afianzando su paso y llevándole las de arriba, …..Caminar y dejar huellas replicaba dicho señor, que por pequeñas que fueran algún día se acordarían de éstas, doncellas mundanas, y dulces mancebas paseaban su cabeza en las noches de vigilia.

Puede ocurrir que por estos días muchos temores se han vuelto casi imperceptibles, los que pasan raudos por las calles van como señores montados en sus rocinantes, claro que sin armaduras, y a golpe de empujones, más de alguno puede hasta brindar algunos golpes a algún parroquiano que los intimide, la falta de nobleza, escasa por estos días, nadie se mira, todos transitan por las calles raudos y gran velocidad, que torpeza pasar la vida de esta forma, donde han quedado esos valores tan fuertes que en un momento se arraigaron dentro del ser.

Acaso un molino mueve los brazos gritando al cielo blasfemias que un castellano viejo no puede tolerar? No es cierto mi señor?......Entonces a que espera? Ataque, venza a los gigantes en desigual batalla, que aquí estaré yo, observando la fuerza de su ilustre brazo, para dar cuenta de su poder a mi señora Dulcinea, dices bien escudero mío, y si muero dile que lo hice por defender, ….basta de palabras, los gigantes esperan.

Relatos y citas de afrontas de un país de las visiones, muy aderezadas y complacientes como las bellas señoras de las cantinas que se asoman a ver pasar los parroquianos en una noche de juerga, convidándoles a entrar para calmar la sed y sus deseos interiores. Cabalguen caballeros, sigan adelante con sus afrontas, los convites a los cementerios están entregados, con fecha y hora, así que paren de correr, apaciguen sus pasos.

Voy a anotar esta historia, tal vez pueda venderla a uno de esos ciegos que van por las ventas cantando romances y si mi amo es tan imbécil como parece, tal vez vendiendo sus majaderías termine por comprar una de esas ínsulas que tan absurdamente me promete. Orgullos que caminan por ahí, saquen de sus pobres corazones su arrogancia y sean dóciles como la brisa.