lunes, 30 de noviembre de 2009

El Milagro de la Amistad

Tan bella palabra como amistad no necesita presentación, nace de la comunicación, del hablar con las personas, y en muchos casos desde los años de la juventud donde a lo mejor establecimos esa persona afín, una persona de los mismos pensamientos, un amigo, una amiga que nos entendiera, el poder de confiar y hablar de cualquier cosa, de todas formas muchos pensarán en sus amistades, y de los que fueron sus confidentes en esos años de pubertad y que hasta ahora han permanecido durante años, antiguas calles y avenidas de nuestro querido cerro, han sido y lo son aún, los escenarios de las buenas conversas, del pasarlo bien, de caminar de un lado a otro, encontrarse en una fiesta, confidencialidad en todo el sentido de la palabra, pero como nace un amigo, generalmente era el amigo del barrio que estaba en las duras y en las maduras, como se dice por ahí, y comparto esa idea, la nobleza de contar con esa persona que nos entiende, cuantas veces fuimos testigos de los pasares de la vida, de inconvenientes, del pasar por el colegio, de travesuras, y así se fueron pasando los años, muchos habrán corrido por las callejuelas en días de lluvia, y así todos embarrados, pero felices de contar con esos momentos inolvidables, con mucha nostalgia recuerdo las fiestas playanchinas donde se juntaban todos los que venían de un mismo sector, o el prepararse para encontrar en esa fiesta a los del mismo grupo, lugares de encuentro pasados, viajo en la mente pasada y veo aún las casonas de antiguos amigos, algunos ya han partido, y en otras todavía se deja entrever a los inquilinos que aún residen, un poco más añosos, pero la felicidad de verlos en esa nostálgica imagen, recorre y queda retenida como figura de una bonita postal, avenidas y lugares que están ahí, esperando llegar a sus invitados, donde denuevo se encontrarán las risas, los abrazos fraternos, y la calidez de los playanchinos, eso que es tan nuestro y que llevamos en nuestro interior, y nos hace cómplice de un pasado común, y como dicen por ahí el recordar y volver a conversar de esos bellos tiempos es vivir dos veces.

viernes, 20 de noviembre de 2009

Nueva Fiestoca en el DPA

Denuevo se escuchan aires de fiesta y por supuesto una nueva invitación para todos los nostálgicos playanchinos ya está dando vueltas, a disfrutar de sus amistades, de sus antiguos compinches, de caras que hace mucho tiempo no ven, también el buen ambiente musical de esos años con una gran banda, muchos tal vez aún no se enteran, pero ya está dada la fecha para el día Viernes 4 de Diciembre, en el Deportivo Playa Ancha, así que espero que no hayan disculpas para no llegar hasta allí, muchos y muchas amistades están desde ya invitados, y por que no decirlo, los que también quieran adherir a esta gran tertulia, así que a pasarla bien, y no olviden llevar sus buenas vibras y entusiasmo para pasar una buena noche, donde otra vez saldrán a resplandecer los viejos recuerdos de antiguos días de encanto y de una bella época. Ahí nos vemos nostálgicos.

jueves, 5 de noviembre de 2009

El Sabor de los Años

Tiempos de cambios logro captar a lo lejos, en conversaciones, en miradas, en los cambios que trae consigo la vida con su inquietante trajín, cuantas veces han podido advertir los nostálgicos playanchinos las cosas que van pasando delante sus miradas, y a veces por solo costumbre no se dan cuenta de su rededor, pero sí, esto va ocurriendo, vuestras casas, vuestros entornos pintados, plazas más llamativas, avenidas asfaltadas, nuevas edificaciones, al final el modernismo de una nueva era que se nos vino encima sin darnos cuentas, muchos pensarán cuán rápido pasan los años, pero nuestro querido cerro se transforma como nosotros, pero lo más destacable y lo más hermoso es la esencia del playanchino, que con su toque le da esa particularidad, el encanto, y hace de todo este entorno una gran república que aunque algunos digan que no es independiente, siempre lo ha sido y siempre lo será. De paso algunas semanas tuve la dicha de volver a visitar mi antiguo cerro y poder apreciar el sabor de los años antiguos donde disfruté como un niño, pero siempre logro percibir la calidez de las personas, la autenticidad que no se ha perdido, por ahí siempre aparecen caras conocidas del pasado, que en ocasiones amistosamente levantan su mano en la calle para saludar, pero ciertamente me doy cuenta que los cambios y mejoras se pueden apreciar, lo que produce un mayor disfrute a nuestras miradas, de los nuevos colores, barrios hermosos como el área de las universidades y sus nuevas edificaciones, por supuesto sin desmerecer las antiguas casonas que siempre serán lo más importante, y serán los testigos vivos de un pasado tradicional y afable, de historias que quizás nunca lleguemos a conocer, pero ahí estarán, testimoniando este prestigioso cerro. Si de niño nadie se dio cuenta cuando corrieron por esas calles de siempre, hoy nuestra adultez se encarga de detenerse en ver esos detalles, las cosas que no nos detuvimos a mirar en ese entonces, todo eso hace que siempre queramos volver a nuestras raíces, dejándonos acariciar por sus vistas y sentirnos orgullosos de ser playanchinos.