jueves, 22 de julio de 2010

Antiguas

miércoles, 14 de julio de 2010

Album de Fotos

Revisando los antiguos rincones de la casona, se podían advertir libros tirados por todos lados, amarillentos con el tiempo, y hojas arrugadas por el agua que caía desde el techo cuando llovía, muebles detenidos en el tiempo y cubiertos de polvo, piezas donde por años nadie entraba, todo estaba allí a merced de los tiempos, de pronto debajo de un viejo catre, pude sacar un gran libro polvoriento de tapas gruesas de cartón, al abrirlo pude observar muchas fotos antiguas de toda la familia y de otras personas que nunca llegué a conocer, apresurado salía de esa pieza, para poder llevarlo otra vez a la luz, y verlo con otra mirada, sacudiéndolo y dejándolo más presentado, me senté en un sofá donde caían los tenues rayos del sol de invierno, humeando a mi lado un jarrón de té que había preparado, y en la soledad de esa tarde pude abrir ese hermoso álbum, sus magníficas fotos de tonos cafés empezaron a retroceder en el tiempo, fotos de grupos de personas alegres en un paseo campestre de algún año del pasado, podía distinguir algunas caras y recordar como estaban ahora, otras ya no estaban entre nosotros, al dar la primera vuelta una foto de cumpleaños de niños, todos presentados con pantalones cortos, y las niñas con sus vestiditos de colores, todos sentados en la mesa y una gran torta y serpentinas, y en la cabecera el cumpleañero, otras damas aparecían también sirviendo estas ricas onces, y en el interior de la foto la alegría, parecía que podía sentir esos bellos momentos, ver otra vez a mis padres que también estaban ahí, me hacía rememorar el tiempo de mi adolescencia, otras fotos de primeras comunión, otras fotos en blanco y negro, habían incluso algunas de bailes en otras casas, donde yo también había estado, mis abuelos en otra, las calles embaldosadas de mi cerro las veía claramente, todo me parecía como si fuera hoy, me inundaban el deseo de volver a estar ahí, pero mi álbum de fotos atesoraba muchas más emociones que se despertaron esa tarde, y hasta una pequeña lágrima rodó por alguna mejilla, la nostalgia pura pude advertir en esa fotos que hasta hoy guardo como si fueran un tesoro, y pienso que en cada casa de algún playanchino deben existir otros álbumes que aún no han sido descubiertos, a los que quizás lean esto busquen y recuerden, y otra vez vuelvan al pasado con estos bellos recuerdos y se sentirán aún más presentes.