martes, 16 de noviembre de 2010

Al Sur de la Nada

Al sur de la nada, describir la noche de las verdades ocultas que se desvelan cuando se pasaban a horribles pesadillas, bueno quién no las ha tenido,…..mediando el amanecer en una humilde cama, Amador despertó sobresaltado, medio desorientado pensaba, pero entre visiones confusas y sin control, aterrado todavía por la oscuridad y las penas que deambulaban por su cabeza, ya razonando un poco y sentado en la cama, serenó sus recuerdos, muchos años despertaban al mismo tiempo, pero qué hacer para mitigar estas confusas historias que se le venían encima, afuera un ventarrón de amanecer enfriaba las horas, donde solo podía mirar hacia el puerto, la bella vista de la Luna con su clareo en el mar, desdichado y ya entrado en años vivía en esa pieza encumbrado en el cerro de sus amores, playanchino de juventud, ……pero solo llegaba siempre al mismo razonamiento, porque la vida lo había llevado a ese estado, en la soledad y la miseria, solo los recuerdos eran sus aliados, y otra vez pasaban las horas y no lograba pegar ningún sueño, tan solo por el eterno amor que algún día perdió y que nunca más pudo retenerlo a su lado, que horrorosa peste llevaba consigo, no podía arrastrar a su edad dicha mochila, tan pesada que parecía llevar piedras en su espalda, hasta donde llegaré, se preguntaba día y noche, que dificultad mantenerse de pié con tanta carga, pero pensaba en el amor, en los bellos momentos que había disfrutado, durante esas eternas vigilias, solo él era capaz disfrazar sus penurias, …..despuntaba el alba y Amador entre las pilchas de su cama, entre vueltas y vueltas, volvía a cabecear por momentos, y luego el día se le echaba encima otra vez, ……tal vez ese día sería diferente, siempre pensaba, pero nadie lo sabía, solo la vida lo llevaba y lo volvía a parar otra vez, pero este nostálgico de penas de amor seguía su paso, sería acaso un favor que le hacía su deambular por esta tierra o quizás el grandísimo, nadie lo sabe, pero solo la historia de un día en la vida de Amador y de muchos que duermen por ahí su penas en sus corazones.