lunes, 14 de junio de 2010

Ascensor Villaseca

Subes y bajas, a veces en el silente ambiente porteño, cuantas personas has transportado, te dejas caer desde una buena pendiente como disparando hacia el fondo de la calle Antonio Varas, cuantas veces hice este recorrido, hermosa vista y el crujir de tu cabina que se apretaba y que rechinaba al pasar sobre los 155 metros de rieles que te soportaban, muchos de tus habituales clientes en tu época de oro fueron marinos que subían o bajaban desde nuestro cerro, y que pasaban a desayunar en el pasillo que anteponía la entrada a su boletería, uno de los primeros, ya cumpliste muchos años, desde tu aparición en 1907, pero hoy yaces inerte cuando te miro desde cualquier parte, siento tus voces al viento esperando los pasajeros que necesitas para volver a nacer, tus puertas que dan a la calle Patricio Lynch cerradas deslucidas y desteñidas por la lluvia y por el viento que te han azotado durante años, si bien este medio de transporte limpio y tranquilo va extinguiéndose en el tiempo, como también en varios cerros de este puerto, las personas te necesitan, eres una fuente inagotable de viajes de personas de edad avanzada y de muchas más, te llaman creo patrimonio, pero me pregunto de qué?, será una exageración, o un sueño pensar que estas y no existes, la modernidad acabó tus deslices y ya no sirves, el óxido ha cambiado tu visión, pero debes levantarte otra vez y para eso apelo a todos los nostálgicos playanchinos, que deben hacerlo suyo y solicitar un mejoramiento pues estamos ad portas del fórum de las culturas y que van a ver, ascensores detenidos que son el alma de esta fiesta, entonces vistámoslos otra vez como tales y solo un mensaje, quién te deja abandonado nunca conoció el prestigio que tuviste, solo lo han conocido por leer algo escrito por ahí, y a los poetas que hacen grandes alabanzas a este puerto ya es hora amigos de hacer algo, y hacer algo concreto no de papeles ni de palabras, sino de acción comunitaria. Por esto para ustedes silentes transportes de otra época, me sentiré muy orgulloso el día que estés otra vez circulando.

domingo, 13 de junio de 2010

Mi Vecindario

Mucho tiempo dando vueltas por mi querido cerro, otra vez me asomé a mi barrio, mi calle, de pronto se vinieron a mi mente miles de recuerdos, personas que pasaban a mi lado, personajes de otro tiempo, casas en la que algún día estuve jugando con mis amigos de infancia, mi calle ahora que en alguna vez fue empedrada quedó atrás, cambiada por una gran capa de cemento, pero mirando a mi alrededor mi antigua casa, pero que distinto se veía todo, pude advertir los cambios que ha hecho el tiempo, un tiempo que no ha querido detenerse, solo lo puedo detener en mi mente, por ahí asomaron en el sube y baja de esta calle algunas caras de antiguos playanchinos, saludos amistosos y conversaciones del pasado refrescaron otra vez mi niñez, volver a nacer me dije, pero que hermosura estar parado otra vez ahí, donde ocurrieron miles de detalles que quizás omita, pero de un tiempo feliz de mi juventud, y creo que a cualquiera que ya no viva en su cerro y vuelva a visitarlo le ocurre lo mismo, todo se transforma en un viaje al pasado, pero lo mágico está ahí, porque todo está como detenido, como si nunca hubiera pasado nada, inalterable en la espera del regreso de los hijos del cerro, que se marcharon a vivir a otros sitios pero que vuelven cada vez y lo seguirán haciendo por mucho tiempo. Nostálgicos Playanchinos la raíz de nuestros pasos siempre estará ahí, y siempre volveremos, porque este cerro tiene esa magia insospechada que nos llama de vez en cuando.

lunes, 7 de junio de 2010