domingo, 13 de junio de 2010

Mi Vecindario

Mucho tiempo dando vueltas por mi querido cerro, otra vez me asomé a mi barrio, mi calle, de pronto se vinieron a mi mente miles de recuerdos, personas que pasaban a mi lado, personajes de otro tiempo, casas en la que algún día estuve jugando con mis amigos de infancia, mi calle ahora que en alguna vez fue empedrada quedó atrás, cambiada por una gran capa de cemento, pero mirando a mi alrededor mi antigua casa, pero que distinto se veía todo, pude advertir los cambios que ha hecho el tiempo, un tiempo que no ha querido detenerse, solo lo puedo detener en mi mente, por ahí asomaron en el sube y baja de esta calle algunas caras de antiguos playanchinos, saludos amistosos y conversaciones del pasado refrescaron otra vez mi niñez, volver a nacer me dije, pero que hermosura estar parado otra vez ahí, donde ocurrieron miles de detalles que quizás omita, pero de un tiempo feliz de mi juventud, y creo que a cualquiera que ya no viva en su cerro y vuelva a visitarlo le ocurre lo mismo, todo se transforma en un viaje al pasado, pero lo mágico está ahí, porque todo está como detenido, como si nunca hubiera pasado nada, inalterable en la espera del regreso de los hijos del cerro, que se marcharon a vivir a otros sitios pero que vuelven cada vez y lo seguirán haciendo por mucho tiempo. Nostálgicos Playanchinos la raíz de nuestros pasos siempre estará ahí, y siempre volveremos, porque este cerro tiene esa magia insospechada que nos llama de vez en cuando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario