miércoles, 8 de julio de 2009

Reminiscencias

Seguir caminando y no mirar a tras, dice el cantor, pero creo que es hermoso mirar atrás en tu tiempo y en los tiempos de todos, esto hace que veamos las cosas bellas que han transcurrido desde que éramos jóvenes adolescentes que vivíamos despreocupados, solo el momento, el ahora, eso importaba, que días dirán muchos y muchas amigas, en ese ahora cuando no se pensaba que llegaríamos a otras edades, a otras responsabilidades, pasarla bien era el pan de cada día, conversar, juntarse en grupos en la avenida, reírse, ir a una fiesta y luego desaparecer por un rato y luego aparecer otra vez haciendo las mismas cosas, si parece que fue ayer cuando caminaba por la avenida y por tantas calles de Playa Ancha, disfrutando de nuestro querido cerro, sintiendo en nuestros rostros el anhelado viento sur, pero el pasar del tiempo, nos llevó a todos por diferentes caminos, de a poco todo empezó a disgregarse, como si todos estuviéramos predestinados, era como tener que subir en diferentes trenes que nos llevarían por la vida en variados rumbos, unos se quedaron, otros partieron, se casaron, otros sus estudios los llevaron fuera de su país, etc. Pero la vida siguió su curso, siguió dando vueltas y avanzando, muchos amigos se preguntarán al ver estas avenidas y calles porqué tuvo que pasar el tiempo y de jóvenes pasamos a ser adultos, la adultez una palabra con consecuencias, con difícil personalidad, ya que nos invadió a todos un manto de obligaciones, y de nuevas responsabilidades, es ahí donde nos dimos cuenta que la vida nos tenía preparada para algunos sorpresas, y para otros talvez angustias o felicidades, pero no todo fue así, muchos de los nostálgicos playanchinos llevan dentro de sí algo especial que los hace diferentes de otras personas que nacieron y crecieron en otros cerros, ser playanchino es una identidad y el don arraigado dentro de sus corazones de un ser quizás especial, vuelan dentro de sí y en sus pensamientos las mismas tardes de hermosos atardeceres que ocurrieron tiempo atrás, pero al recordarlos es como vivir dos veces, estar ahí, volver a vivirlas y sentirlas, por eso cada vez que paso por Playa Ancha siento que el tiempo está detenido en los rincones de cada lugar, encerrado en un pasado atrapado, que pienso que en un momento surgirá de la nada. Por eso es bueno recordar y volver a sentir tantas emociones vividas.

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