viernes, 9 de abril de 2010

Memorias Antiguas

Sentado y con la mirada en el horizonte se vio ese día al hombre que siempre como cada mañana, iba a la plaza del barrio y en un descanso reposaba sus sueños y pensamientos a los tibios rayos de sol del mes de Abril, mientras ya por las cercanías echaba otra vez a andar el día, muchos lo contemplaban ya que era parte del hermoso paisaje del barrio playanchino, hombre de pasiva mirada y recuerdos inmemorables de otra época, donde se podían sentir los pasajes, callejuelas y chiquillos corriendo sobre los resbalosos adoquines de piedra, bellas fiestas de antaño y fiestas de la primavera, como también los antiguos tranvías que recorrían la avenida Gran Bretaña, o simplemente los gritos a viva voz de algún comerciante que vendía algún producto, a lomo de caballo, vista cansada del hombre que ha vivido toda una vida, contemplativo y de amable sonrisa solo la brisa lo abrazaba, ya al mediodía se le podía ver levantarse de su quieto lugar, para encaminar sus lentos pasos por la subida quebrada verde, quizás en busca de algún rincón o alguna caña de vino que volvería a encender en sus interiores al hombre de su antaño, y otra vez se volvería locuaz y conversaría con otros parroquianos, amigotes de momentos y de copas que se entretienen entre risas y buena conversa, entre la algarabía y el humo del lugar. Después sus pasos lo llevarían a su modesta casa en algún lugar de la avenida pacífico, donde desenvolvía su carácter en torno a miles de recuerdos que flotaban en esa casona, donde se podía advertir gran cantidad de fotos añejas y deslavadas de los días felices, esa era su morada, digna para un hombre que se desenvolvía en sus precarios años, pero que disfrutaba las idas y venidas, en medio del ruido de vehículos y transeúntes, se iba la vida. Solamente la humanidad de un hombre solo, como muchos que por ahí se encuentran y esconden dignas pero hermosas historias de un pasado glorioso de este cerro y de este puerto.

1 comentario:

  1. Monica Salvatierra10 de junio de 2010, 0:41

    Dios mio! Alli esta la Plaza.Me llevaban a jugar cuando niña. Ibamos a la Feria que se ponia arriba de ella. Era el lugar al que pasabamos despues de salir del Teatro Iris, luego de la Matiné, y, en esa calle,detras del auto estacionado, vive aun mi tio, de 90 años.Mas arriba el edificio de departamentos donde vivian dos de mis compañeras de colegio, la Blanquita y la Flor. y mas arriba la Escuela 18, despues, seguiamos y llegabamos al Cine Odeon.Al final la Panaderia y llegabamos a la Av. Playa Ancha.Que manera de recordar.

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