domingo, 2 de septiembre de 2012

Remedios Caseros de Vacaciones







Dias de la niñez que se quisieran olvidar, resfriados que se sumían en el gran catarro lloroso, ojeras de tristes noches de insomnio, pesadumbres y cuantas calamidades más, y las famosas viruelas o pestes cristales que hacían difícil el deleitar de nuestra y queridas vacaciones de invierno, ....quién no las tuvo, y ahí las queridas madres como enfermeras de cabecera al alivio del hijo, y que se quedaba aguardando por horas al lado, cabeceando madrugadas. Pero de ahí también el famoso remedio casero, para los bronquios y la tos de perro que no nos dejaba, las famosas friegas con alguna pomada mágica especial y luego unos diarios planchados que casi nos sacaban nuestros últimos pecados de nuestros pechos, así muchos de ellos pasaron en cama sus vacaciones otoñales, en vez de disfrutar de unas merecidas vacaciones jugueteando en la calle o queriendo correr tras una pelota, tristes días y largas tardes acostados con la fiebre que hacía hervir nuestras cabezas. Pero también aparecía en ocasiones el doctor de cabecera que en un dos por tres decía muy ligero de cuerpo, a este niñito hay que inyectarlo, ........inyectarlo palabra terrible que desesperaba y que nos hacía colocarnos bien de inmediato, pero no era tan así, luego de algunas charlas tipo secretas con nuestros padres, aparecía en nuestro hogar este famoso personaje, que empezaba a preparar sus misteriosos brebajes y a mezclar y cortar botellas chicas con algunos polvos y líquidos hasta transformarlos en una buena jeringa jugosa, de ahí los lloriqueos y gritos espantosos, hasta que le instalaban dicho remedio, el cual dicho de paso nos dejaba como nuevo en un día. Días de remedios caseros, gárgaras con miel, con vinagre, con sal y con un cuanto había, de repente funcionaban y solo algunas aspirinas que se compraban en la botica de barrio, boticas que aún existen y todavía son atendidas por las mismas personas de aquellas nostálgicas épocas, que días de olvido diría ahora, ......remedios del ayer, que en muchos hogares sanaron e hicieron recordar cuando nos enfermamos.

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