Playa Ancha lejana a veces, atrás quedaste y que luego han llegado los nuevos tiempos, los antiguos amaneceres donde corría el pequeño por todos lados quedaron atrás, y que sin preocupación miraba su alrededor, alegrías de tiempos de colegio, y de los amigos, los amigos que llegaban a la casa, donde en medio de risas y pasarla bien se iba con rapidez el día, hasta llegar el otro y otro más, desde lejos puedo sentir la sencilla juventud que pasé, como cualquier adolescente, y recorrí este cerro de arriba abajo, corrías de casa en casa, de calles y plazoletas donde se juntaban en secretos los amores de colegio, a hurtadillas las miraditas se cruzaban desde una vereda a otra y sonrisas nerviosas, el tiempo de vivir lo nuevo aparecía, lo que nos colgaba de un mismo tiempo y nos desprendía del mundo que pasaba a nuestro lado. Viajantes del cerro fuimos y entre silentes días y noches se han ido pasando nuestras vidas, los amigos de siempre, y los que aún están a nuestro lado, estos son la revelación de las confianzas fieles de todo un pasar, pero los nuevos tiempos han llegado, muy rápido hemos pasado a ser adultos, pero con un corazón ameno, cordial, desprendido, personas de un entorno común, que aunque no fuésemos amigos, éramos coterráneos de un mismo tiempo, y de un mismo trajín que día a día pasaba por todos los lados, sitios o recovecos de nuestro cerro, ahora todos siguen sus vidas mirando nostálgicamente los primeros años. Cuanta nostalgia alguien dirá por ahí, cuanto recuerdo, pero que bellas añoranzas.
Que hermosos recuerdos.Por esa calle iba a comprar el pan. Habia una panaderia. No recuerdo el nombre, pero parece que era Aconcagua. Un poco mas alla, en una esquina, habia un negocio o emporio, no se como se llamaba, pero yo lo conocia como el negocio de don Carlos. Al fondo se observa la calle Pedro Leon Gallo, un poco mas arriba, estaba la entrada al ascensor Villaseca y afuera del ascensor el negocio "Orense", que fue de mi abuelito Andres y finalmente lo atendia mi tio Alfredo.
ResponderEliminarCierro los ojos y vuelvo a mis 7 o menos años.Recuerdo la ida a las compras, el caminar por esta calle para llegar a Patricio Lynch donde vivian mis tios, Tambien cuando tomaba esta calle para ir al colegio, o solo para pasear y jugar.
ResponderEliminarEran los tiempos en que los niños estabamos todo el dia jugando en el barrio. Volviamos a comer y saliamos nuevamente.
(El comentario anterior es mio, pero me equivoque al identificarme)
la panaderia aconcagua quedaba arriba a la entrada de porvenir, pasando la av central, ahora pablo VI o algun otro papa
ResponderEliminarLos nuevos tiempos llegaron a Playa Ancha también aunque desearíamos vivir en esa quietud de antaño con el sentimiento de seguridad que nos daba la niñez. Ese sentirse perteneciente y uno con el entorno se desdobla en muchos otros sentires cuando llegamos a esta nueva época de madurez adulta, llena de responsabilidades frente a cada una de las cosas y situaciones.
ResponderEliminarPero el desapego no nos atrapa a los Playanchinos y tanto así que hoy en día nos sabemos comunicaar, creandonos un espacio entre nuevos encuentros que nos unen nuevamente a todos en torno a un sentir común: la nostalgia.
Que nos hace mirar siempre en retrospectiva y tirar una lina que nos une el pasado al presente en una sinfonía fascinante de recuerdos, nostalgia y presente, aquí y ahora.
Una bendición tener con quiencompartir las linas....!!!!!!!!!