Una vez más otro encuentro con todos los nostálgicos que llegaron esa noche al club Deportivo Playa Ancha, encuentros de amistades lejanas, de expresiones de afecto, de alegrías, y a los sones de hermosas canciones antiguas todos bailaban los ritmos de otras épocas, twist, rock and roll, y algo de tropical, y así pasaban las horas, todos entretenidos en sus mesas y en grupos como antaño, los recuerdos afloraban y se podía advertir en todos los asistentes el desapego, el sentirse libre sin ataduras, todos cantaban y bailaban despreocupados, entrada las horas, todos cantaban a los sones de las canciones de un cantante antiguo como era Adamo y otras, luego vino una catarsis, la cual arrastró a todos y a los sones de la orquesta empezaron a moverse y hacer sonar sus palmas, lo que a todos los indujo en un frenesí de ritmo de las locas canciones de Santana, Deep Purple, transportando todo a los años 70, y todo parecía hervir y podía advertir otra vez al playanchino en su esencia, las preocupaciones habían quedado afuera, todo era un transporte en el tiempo, así también ví a otros invitados de épocas más antiguas que también seguían y se contorneaban libremente, la magia se apoderaba otra vez de esa noche hermosa y de ese ambiente tan grato, ruidosa a veces, en cada mesa conversaciones diferentes, risas espontáneas, todos en una sana algarabía, lejos las preocupaciones que por una noche otra vez fueron vencidas por estos encuentros de la nostalgia que ciertamente todos llevamos dentro y nos hace diferentes, creo que estos encuentros continuarán y llegarán otros amigos que por arte de magia aparecen, y se encuentran en otros sitios o lejos de este cerro, pero otra vez por una noche se liberó todo un cúmulo de energía y de grato ambiente.
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