martes, 29 de enero de 2013

Veraniando





Muchas tardes han pasado por esa puerta de madera, cientos de personas ha sido cómplices del pasado y el presente, el cerro de las nostalgias y de las melancolías, los días veraniegos hacen más pausados los ritmos, el descanso familiar se hace notar, los bellos atardeceres se estiran en las horas que pasan tranquilamente, tardes de arreboles, y brisas calientes,.....el cerro cambia, las gentes se aletargan y por horas se ven en alguna feria del barrio comprando sus necesidades, florecen las buenas comidas veraniegas, y frutas exquisitas, se puede ver a muchos comprando los buenos melones y las dulces y jugosas sandías. Días  que se ocupan desde las frescas mañanas ocupadas en arreglar a los más chicos y preparar una merienda, como también un buen paraguas para el sol, y colocarse en camino de bajada hacia la playa o algún lugar de playa carvallo, los niños alegres caminan casi al trote, todo el viaje se ve envuelto de la gran emoción de llegar a la playa y poder disfrutar de ese mar calmo pero frío para el baño. A la vista ya se puede ver el destino, los chicos gritan de emoción, se acerca ya la hora de pisar esa arena y el disfrute está servido, el meticuloso detalle de este viaje hace de esta narración los días en que caminaba y bajábamos también a la playa en grandes grupos y la playa era el encuentro obligado de las vacaciones, todo el mundo se encontraba allí, ......una vez tocando la arena el desenfreno y la alegría, todos corrían a la orilla como si fueran a saltar, pero retrocedían raudos después de congelarse los pies, ........pasaba la mañana entre idas y vueltas a la orilla, el sol ya quemaba, los más grandes conversaban con los amigos o leían añejas revistas, el viento hacía de las suyas volando los paraguas y las toallas, ....días de encuentro y felicidad, playa de Las Torpederas, la única donde se podía encontrar el descanso de los días veraniegos, lejos los gritos de los heladeros vendiendo sus famosos helados York, que aún se venden por ahí, el vendedor de tortillas de rescoldo, y así pasaban una serie de personas que hacían el deleite, muchos chicos corrían llenos de arena mojada hacia sus toallas o tirándose arriba de sus madres pidiendo una merienda de medio día, que además era la más apetecida de todas, salían jugos, algunos duraznos, y huevos duros, ......la infancia de esos días que aún queda en la memoria de muchos y hasta los olores y colores en la retina, muchas miradas que iban de ahí para allá  mirando alguna niña que se ponía roja, o viceversa, ....amores del verano, cuanto se podría escribir y relatar de esos cómodos días donde el apuro también tomaba vacaciones, ....solo recuerdos de un verano más que tal vez usted o yo pasamos en ese lugar.

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