jueves, 12 de diciembre de 2013

La otra Navidad





En los días previos o durante este mes donde se celebra la Navidad, es bueno pensar en hacer nuestras reflexiones de fin de año y también contemplar a nuestro rededor. Esto lo cuento por muchas cosas, entre otras me recuerda muchas navidades vividas en ese cerro donde guardo y atesoro muchos queridos y bonitos recuerdos. La Navidad recuerdo por esos días el alboroto en las casas, todos los niños alborotados, las dueñas de casa preparando sus buenos platos para la cena, y también preocupandose de la buena pinta,....olores del recuerdo, aún puedo sentirlos muy presentes, como el olor a pan de pascua cociendose en el horno, donde muchos años vi a mi madre amanecerse haciendolos en gran cantidad, como también la preparación de un rico cola de mono. De muy chico ese día en particular era como mágico, todo era alegría infinita, de juegos con los amigos del barrio, las últimas compras, y como no, la esperada medianoche, ....aun puedo sentir las campanas de alguna iglesia del sector llamando a la misa del gallo, un buen presagio que se avecinaba el viejo de pascua y los queridos regalos.
Han pasado muchos años y aún miro hacia atras y pienso en esos días, los años de las personas van cambiando los sentidos de las cosas, y los innumerables detalles que se van obviando, cada año es diferente, y las cosas ya no tienen los mismos valores. Hoy el comprar se ha vuelto un medio presente para todos, todos compran regalos y se endeudan, pero en horas de relajo y reflexión he pensado también en la noche diferente que viven muchas personas, una noche más, como diria cualquiera en cualquier esquina o talvez pasado de copas y arapiento, donde en muchas casas por humildes que sean a lo mejor no será una navidad por diferentes motivos, navidades ocultas que llevamos en nuestros corazones y que solo las guardamos apretadas. Para miles personas que no tendran ni siquiera un regalo o un plato de sopa caliente o talvez muchos pasen por el lado y no los adviertan es este relato, navidades de pobres, las navidades especiales que talvez en un comienzo muy lejano fueron así y que hoy perdieron el rumbo. Bendiciones para todos los que las tendran y tambien por donde la mano de Dios tambien llega, aunque muchos no lo crean, .......

martes, 19 de noviembre de 2013

Hubiera Querido







La vez que rodeé muchas calles de este querido cerro, hubiese querido encontrar a medio mundo, el mundo que habitualmente se cruzaba en el camino, pero suena impensable, lo mismo ocurre cuando vez una foto añosa casi amarillenta, que ha estado guardada por años en una caja de cartón. Pero simplemente el tiempo, una variable como dicen por ahí no menor, que pasa inexorablemente y que pisa tus talones y te va empujando sin darte cuenta al término de tu existencia. Curiosa metáfora a veces, nacer para desaparecer, pero lo fundamental es creer en lo que lograste, en lo que hiciste, en lo que perdurará en el tiempo.
En una calle de ese cerro detuve mis pasos un día lloviznoso, nadie por los rededores como una vista desierta, muchos casas eran conocidas y algunos boliches de antaño que aún estaban, me rememoraban viejas andanzas juveniles, pero cosas tan simples como estar ahí lo hacía diferente. Cuantas calles recorrí, pensaba, cuantas correteadas por bajadas empedradas, y nadie ni siquiera me vio, solo el tiempo me miraba. Suerte tuve de haber estado ahí, la vida me colocó en ese entorno, cuantas gracias doy ahora por esos detalles que nunca me detuve a pensar. Hubiera querido hacer muchas cosas, hubiera querido haberte mirado desde lejos, hubiera querido no pasar rápido por algunas avenidas, hubiera querido soñar en alguna esquina soleada con tibios rayos del sol de invierno, hubiera querido.....

viernes, 6 de septiembre de 2013

Bailarina






El cerro escenario imperdible de miles de historias que día a día se desmenuzan entre callejuelas y pasajes, escondidos lugares que están pero que nunca son vistos, pareciera que el tiempo los borrase. De niña se paseaban en su mente de niña cerril las imágenes de una bella danzarina que bailaba en grandes escenarios, las revistas y recortes de la pieza adornaban estas paredes, la quietud de su adolescencia llevada de colegio normal y liceos de baja calidad hacían que esta idea nadie supiera su procedencia, tiempos de si, y días en pensar y dejarse llevar por un sueño permanente que parecía real. La dulce niña de la casa que jugueteaba y corría vertiginosa, dando grandes saltos y su delicado cuerpo contorneado y fino, ya hacían aparecer la figura de una bailarina. La familia nunca advirtió sus cualidades y todos estaban empecinados en que la niña algún día se casara con alguien de importancia y tuviera un gran pasar por esta vida. Fue así que cuando adolescente la inquietud y sus miradas ya se hacían evidentes, el juego cotidiano era cambiado por sutilezas de piezas muy bellas de piano que hacían emocionar a cualquiera, pero solo ella lo disfrutaba en su interior de su pieza, resplandecía y bailaba al son de los grandes músicos, fue adquiriendo una estructura muy particular que presagiaba ya la idea de ser una bailarina, pero no fue hasta un día cuando de la nada había sido invitada por otras personas que habían notado cierta gracia en su andar y en las cosas que ella hablaba, durante una visita a un grupo de damas que cordialmente la invitó a bailar, de la nada surgió lo más profundo de su alma esa imperiosa grandeza acumulada por los años, estaba allí, todo fluía y la hacía grácil, una doncella que bailaba por el encanto innato de sus pasos, todos se quedaron admirados al verla danzar, un quietud en las espectadoras y miradas entre las presentes indicaban que estaban ante una gran bailarina, todo salia del alma, el arte de sus pasos adornado por la rica música embellecía todos los rincones. Desde ese momento empezó a bailar y darse cuenta de su gracia y potencial, luego las diferencias al interior de su hogar con sus padres no tardaron en aparecer, ella lo dejaba todo por su baile y su danza. Era el momento de salir al mundo a demostrar sus cualidades y sus hermoso arte, bailarina se hizo a golpes de sociedades rígidas pero no importó, se fue buscando hasta encontrar donde estaba su espacio en este mundo, Consagraciones que la hicieron muy feliz y al mirar hacia atrás pudo darse cuenta de su procedencia, de una pieza chica, oscura pero irradiada por el arte había salido su proyección. Desde ahí baila y danza como una diosa y deja todo en su escenario, ...bailarinas y oficios que han nacido de una simple idea muy escondida en nuestro ser, pero que al ser descubierto renace y se se hace un todo, la felicidad y el tesoro incalculable que se lleva en la sangre nos da el ímpetu de continuar.

domingo, 28 de julio de 2013

Desde la otra Vereda




Pasos adelantados por una calle playanchina, hicieron que este habitante sin darse cuenta al pasar entre dos señoras que conversaban algo escuchara, ....simplemente una le decía a la otra, el tiempo solo arregla las cosas y sino hay que pasar por la otra vereda, éstas simples palabras rebotaron en los oídos de este transeúnte, miraba a su alrededor y se trastrocaron algunas ideas que arrastraba en su cabeza. Meditabundo al atardecer camino a su casa, y que al llegar le siguieron dando vueltas estas simples palabras que había escuchado, pero que se relacionaban directamente con algún suceso que había ocurrido, fue así como esa noche mientras descansaba en su cama, solo miraba el techo de la habitación, afuera ladraban algunos perros y aún se sentía algún pequeño ruido del puerto que entraba por alguna ventana entreabierta.
Que verdades se decía, algo tan complejo que había sucedido en su vida, hoy escuchaba la solución a viva voz sin querer en la calle, esto le cambiaría la perspectiva de su vida y de sus ideales, este hombre había pasado su vida de quebrantos entre las dudas, calamidades e incertidumbres que cada día lo llevaban a menoscabarse. Durante los días que vinieron y ya al encuentro con alguno de sus amigos les hizo la misma reflexión que había escuchado, y que estaba muy feliz de haber encontrado solución a algo que pesaba y atormentaba durante años. La vida reflexionó es misteriosa y muestra sus tentáculos a veces, o en otras nunca nos muestra la parte oscura, todo es felicidad, estos secretos que solo están escritos en el cielo y que todas las personas desconocemos, curiosa forma, la vida se muestra tal como es y en ocasiones muy discreta pero arrogante en otras. Similitudes como estas llevan todos los parroquianos que se nos cruzan en las calles y avenidas de nuestro cerro, cada ser es un libro desconocido que en ocasiones nunca abriremos, solo podemos leer nuestras hojas antiguas, pero los capítulos que vienen también están en la incertidumbre. Entonces algo muy cierto de esta narración, aparta tus pasos de la inefable caída, y camina por el sendero recto y confiable, solo así llegas a puerto seguro.

martes, 16 de julio de 2013

Vacaciones de Invierno






Durante muchos años pasé mis vacaciones en diferentes partes, pero la espera que llegaran prolongaban la espera y hasta sentía una inusitada ansía, pero de todos los lugares que visité, recuerdo en especial la de las estadías en casa de mis abuelos, a penas un niño que quería verlo todo y saltar todo un día sin parar. Las apreciaciones de la vida cuando se es niño son diferentes, los lugares, los tamaños, las horas del día, etc. Pero las añoradas visitas a otro barrio lo hacían diferente, la malcrianza que me daban y las tardes de juegos con otros amiguitos que conocía en diferentes juegos. Afuera la vida seguía igual, tardes oscuras de invierno, y a veces lloviznas que hacían caminar más prisa a las personas. Por esos días solo la nostálgica radio hacía despertar mi imaginación en los relatos de algunos programas, pero eso no me preocupaba. Las salidas a comprar a algún almacén del barrio con la libreta en la mano y en un papel anotado lo que tenía que traer, que días, hasta puedo sentir el olor del pedazo de mantequilla que junto a grandes marraquetas salían calientes. El día pasaba muy lento y no bastaban las llamadas a la puerta requiriendo mi presencia para algún juego. Mis noches de antaño, en sueños que parecían reales, a veces saltaba grandes pasos y me podía trasladar de un lado a otro, míticos y grandes personajes también solían aparecer en frente de mi pesado sueño, y a veces también solía despertarme entre los estruendos de los truenos y relámpagos que iluminaban mi habitación. Mi abuela muy a la usanza antigua preparaba buenos platos y siempre me estaba regaloneando con alguna sorpresa, me recuerdo de las grandes cazuelas o de las soperas que se colocaban en medio de la mesa, buenos postres de leche que eran mi flaqueza. Tiempos playanchinos de otrora que no volverán, solo nos acompañarán los recuerdos, que aún dan vueltas por mi cabeza.

viernes, 19 de abril de 2013

Dobladillas



La deslucida cara aparecía otra vez, cada vez que se hacía ver, en sus alrededores del barrio que moraba por años ya se habían acostumbrado a verla y simplemente obviarla, la desdicha, los rencores y envidias y quizás tantas otras limitaciones dejaban de entrever a esta mujer. Cara de aspecto pálida y quebrada por las arrugas de las marcas de los fríos invernales habían dejado huella, la solitaria vida en la casa que habían vivido sus padres, hoy era el techo que la cobijaba.
La vida de las calles empedradas y polvorientas que a diario barrían otras vecinas, y los chiquillos que gritaban dando vueltas en sus correrías de juegos, eran el pan de cada día, sus horas se iban en sueños e imaginaciones que la hacían desvariar por horas y hasta las noches se podía entrever la silueta de una vela que brillaba. La dura vida que había tenido sirvió de escuela para esta persona que ya en su juventud había tenido grandes desilusiones y nunca tuvo la vida apacible de la gratitud que ofrecían los años de cualquier moza de esa edad. Pero la lástima y el desgano la sacaron de la realidad muy temprano, y el aislamiento no dudó en dejarla en un rincón, duras realidades que en muchas ocasiones marcan las vidas de muchas personas. 
Pero el ir y venir a grandes pasos por las calles solo denotaban la ansiedad y el temor, mujer de pocas palabras, seca de carácter hasta el cansancio y hosca con su entorno. Esquinas de barrio que la vieron transitar día tras día en sus dobladillas, este sobrenombre obtuvo con los años, lo que denotaba a la mujer que velozmente doblaba por cada esquina y desaparecía, curiosa forma de llevar ese sobrenombre que quizás nunca supo que lo llevaba. Barrios nocturnos de este cerro místico que en sus entrañas esconden a tantos personajes que tal vez nunca se conocerán, pero que son vida diaria de un nostálgico que solo ve un poco más allá y muestra las realidades que a diario han vivido muchos en historias que nunca contarán.  



jueves, 7 de marzo de 2013

La Antigua Pluma







Los días de colegio y de deberes han pasado raudamente, parece que la niñez solo fue ayer, las percepciones de la niñez me doy cuenta ahora, son tan diferentes cuando se entra en años, el tiempo se detiene y las horas pasan lentamente y ya queremos ser adultos. Adultos ahora cuando la vida te  sigue acogiendo y te va mostrando otros senderos, curiosa vida, casi mágica. Había recorrido estantes y un pequeño lugar de la casa el cual hizo las veces de escritorio, muebles antiguos que aún despedían olor de antiguos moradores, un librero el cual albergaba distintos autores y  variada lectura de hojas amarillentas, tal vez nunca supe que existían aquellos interesantes libros, solo esperaban al lector. Sentado en un sofá extenso el cual me podía abrigar con su respaldo y sendas patas de león, ahí me detuve mirando la habitación, los distintos ángulos que nunca pensé advertir, sobre la cubierta del escritorio un gran vidrio grueso cubría este mueble, y debajo de él antiguas fotografías en blanco y negro de personajes de aquellas épocas, pero curiosamente me llamó la atención una pluma y su tintero, un fantástico encuentro de pensamientos que volaron rápidamente a mi niñez, la asociación de recuerdos parecía innata con esos dos elementos que parecían hablar, lo cual me hizo retomar antiguas tareas y clases con antiguos maestros de liceos por donde estudié, las planas de caligrafía escritas con esa pluma y los papeles secantes de la época, miles de gotas que algunas veces cayeron de esta pluma y también del tintero, las vueltas a casa y con los puños de las camisas manchadas, el detalle y la detenida hora de la recarga de mi antigua pluma, fiel compañera de caminos dulces y agridulces, nunca se me había ocurrido pensar que este artículo tan pequeño era tan importante, quizás los días de esa infancia habían olvidado esta bella pluma. Tarde ya salí de esa habitación en el sigilo de un atardecer y en la crujidera de las tablas del piso que se oían por toda la casa, Que imperdible encuentro había tenido después pensaba, que maravillosa tarde había pasado en esa habitación que parecía hablar, nunca podré olvidar esos momentos, cuadernos del olvido que se habían perdido y letras de antaño que alguna vez escribí con mi cariñosa pluma.